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El papel de la infraestructura de red digital avanzada en la economía y la sociedad digitales de Europa

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Telecom Infrastructure Partners, como empresa con una posición consolidada y muchos años de experiencia en el mercado de las telecomunicaciones, nos gustaría compartir nuestro análisis e interpretación del estudio exhaustivo “¿Cómo dominar las necesidades de la infraestructura digital de Europa?”. Este documento examina en detalle los numerosos desafíos que Europa enfrenta actualmente en el desarrollo de las futuras redes de comunicaciones.

El informe no sólo identifica estos desafíos, sino que también presenta posibles escenarios para enfrentarlos de manera efectiva. Indica cursos de acción que pueden atraer inversiones, apoyar la innovación, aumentar la seguridad y esforzarse por crear un verdadero Mercado Único Digital. En nuestro análisis, como expertos en el campo de la infraestructura digital, queremos destacar las conclusiones y recomendaciones clave de este estudio que son esenciales para garantizar el papel de liderazgo de Europa en el panorama digital global.

Un elemento clave para lograr estos objetivos es la educación de las entidades y propietarios de infraestructura de telecomunicaciones. Es necesaria una toma consciente de decisiones sobre inversiones a largo plazo para maximizar los beneficios de las tecnologías modernas. Una comprensión adecuada de las tendencias tecnológicas, los beneficios potenciales y los riesgos relacionados con las inversiones en infraestructura digital puede tener un impacto significativo en el desarrollo y la modernización de las redes de comunicaciones.

Por lo tanto, como empresa, ponemos gran énfasis en informar y apoyar a los propietarios y otras partes interesadas en la toma de decisiones de inversión informadas. Creemos que a través de la educación y proporcionando información fiable, podemos contribuir a la creación de una infraestructura digital más integrada, segura e innovadora en Europa. Le invitamos cordialmente a leer y reflexionar sobre el futuro de la infraestructura digital de Europa.

Infraestructura de red digital avanzada: la base para una economía y sociedad digitales prósperas

En un panorama digital en rápida evolución, las infraestructuras de redes digitales avanzadas son cruciales para respaldar una economía y una sociedad digitales sólidas. Las infraestructuras digitales seguras y sostenibles son uno de los cuatro puntos principales de la Agenda de Política Digital del Decenio de la UE para 2030, y son una prioridad de la actual Comisión. Esta iniciativa refleja las aspiraciones de los ciudadanos que expresaron una serie de propuestas relacionadas con la digitalización a través de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.

Sin infraestructuras de redes digitales avanzadas, el potencial transformador de las aplicaciones modernas sigue sin explotar, dejando a los consumidores sin los numerosos beneficios que ofrecen las tecnologías modernas. Estas infraestructuras permiten servicios clave como la telemedicina, la agricultura de precisión y la logística inteligente. Por ejemplo, sólo con redes digitales de alto rendimiento los médicos pueden proporcionar un tratamiento remoto rápido y seguro, los drones pueden optimizar las prácticas agrícolas y los sensores conectados pueden proporcionar un seguimiento en tiempo real de la frescura de los alimentos durante el almacenamiento y el transporte.

En todos los sectores, las empresas dependen de infraestructuras informáticas y de conectividad avanzadas para procesar datos en tiempo real, lo cual es crucial para aplicaciones como Internet de las cosas (IoT), vehículos autónomos y redes de energía inteligentes. Estas tecnologías requieren una latencia mínima para funcionar de manera eficiente y rentable, lo cual es crucial para el monitoreo en tiempo real, el mantenimiento predictivo y la automatización.

Las infraestructuras de redes digitales avanzadas son la columna vertebral de tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial (IA), los mundos virtuales y la Web 4.0. Resuelven desafíos sociales en energía, transporte y atención médica, al tiempo que estimulan la innovación en las industrias creativas. La futura competitividad de la economía europea depende de estas infraestructuras, que se espera que respalden un crecimiento del PIB mundial de entre 1 y 2 billones de euros. El crecimiento de la banda ancha, tanto fija como móvil, está estrechamente vinculado al crecimiento económico, y las velocidades más altas y las redes móviles avanzadas tienen un impacto positivo en el PIB.

El panorama digital está viendo una convergencia de la infraestructura de conectividad con las capacidades de computación de borde y de nube. Esta tendencia requiere que el sector de las comunicaciones electrónicas se expanda más allá de los mercados tradicionales de consumo en línea hacia servicios digitales críticos para el Internet industrial de las cosas (IIoT). El sector también está experimentando una transformación tecnológica hacia redes y arquitecturas abiertas basadas en software y en la nube.

Sin embargo, esta convergencia conlleva riesgos como posibles cuellos de botella y dependencias en la infraestructura de la nube y las plataformas de chips. Para minimizar estos riesgos y garantizar la seguridad económica, la innovación dentro de la Unión debe estar liderada por la industria, aprovechando las fortalezas existentes de Europa en el suministro de equipos de red.

A pesar de los avances, la infraestructura de comunicaciones de Europa enfrenta desafíos importantes. El informe Estado de la Década Digital 2023 muestra una cobertura de fibra limitada (56% de los hogares, 41% en zonas rurales) y retrasos en el despliegue de redes 5G independientes. Alcanzar el objetivo de 2030 de cobertura del 100% de fibra parece incierto, con proyecciones que no excederán el 80% para 2028. En comparación, Corea del Sur y Japón han logrado una cobertura de fibra casi universal a través de iniciativas claras y estratégicas.

El despliegue de redes 5G autónomas, esenciales para aplicaciones industriales que requieren alta confiabilidad y baja latencia, también está rezagado. Las implementaciones actuales son limitadas y sólo unos pocos Estados miembros han puesto en marcha esta arquitectura en zonas urbanas seleccionadas. El despliegue de la banda crítica de 3,6 GHz, necesaria para alcanzar velocidades más altas y mayor capacidad, es sólo del 41% de la población.

Si bien la banda ancha satelital tiene el potencial de reducir la brecha digital en las zonas rurales, su desempeño aún no puede reemplazar a las redes terrestres. La computación perimetral, esencial para aplicaciones de IoT y de tiempo crítico, aún se encuentra en sus primeras etapas en Europa. El Programa de Política Digital de la Década supone la implementación de 10.000 nodos periféricos climáticamente neutros y altamente seguros para 2030. Sin embargo, sin inversiones e incentivos significativos, es poco probable que se logren estos objetivos.

La competitividad y el crecimiento económico futuros de la UE dependen de infraestructuras digitales avanzadas y seguras. Un marco regulatorio moderno debe fomentar la transición de las redes heredadas a la fibra, el despliegue de 5G y otras redes inalámbricas, y la ampliación de los operadores dentro del mercado único. También deben tenerse en cuenta las tecnologías emergentes, como las comunicaciones cuánticas, para garantizar que Europa alcance sus objetivos digitales para 2030 y siga siendo competitiva a nivel internacional.

Los acontecimientos geopolíticos recientes ponen de relieve la importancia de infraestructuras seguras y resilientes. Es esencial adoptar un enfoque estratégico a escala de la Unión respecto de la seguridad y la resiliencia de la infraestructura digital, basándose en los marcos jurídicos existentes, como la Directiva NIS2 y la Directiva sobre la resiliencia de las entidades críticas.

Al abordar estos desafíos y aprovechar las oportunidades emergentes, la UE puede construir las redes digitales del futuro, dominar la transición a nuevas tecnologías y proporcionar infraestructuras seguras y resilientes esenciales para la seguridad económica y el progreso social.

Desafíos tecnológicos en el panorama digital en evolución

A medida que avanzamos hacia la era digital, nuevos modelos de negocios y mercados impulsados ​​por la economía de aplicaciones, IoT, análisis de datos, inteligencia artificial y entrega de contenido de alta calidad están dando forma a nuestro mundo. Estos avances requieren un crecimiento exponencial en el procesamiento, almacenamiento y transmisión de datos. La capacidad de gestionar y transportar cantidades masivas de datos a nivel mundial ha llevado a enfoques innovadores como la computación en la nube, las redes de entrega de contenido (CDN) y la informática de punta, que están revolucionando la forma en que se almacenan y procesan los datos.

Este avance tecnológico y nuevo paradigma fue confirmado por la gran mayoría de los encuestados en la consulta exploratoria de la Comisión Europea, lanzada en 2023 para recopilar opiniones e identificar las necesidades de Europa en materia de infraestructura de conectividad para liderar la transformación digital. En particular, los encuestados identificaron la virtualización de redes, la división de redes y la red como servicio como las tecnologías innovadoras que tendrán el mayor impacto en los próximos años. Se espera que estas tecnologías impulsen la transición de las redes de comunicaciones electrónicas tradicionales a redes basadas en la nube, virtualizadas y definidas por software, reduciendo costos, mejorando la resiliencia y la seguridad de la red e introduciendo servicios nuevos e innovadores, al tiempo que transforman el ecosistema y los modelos de negocio.

Los límites tradicionales entre los equipos de comunicaciones electrónicas, las redes y los proveedores de servicios son cada vez más borrosos. Esto se debe a la virtualización de las funciones de red en software, moviéndolas a la nube o al borde. El nuevo modelo se basa en un ecosistema complejo de proveedores de nube, borde, contenido, software y componentes, creando el llamado continuidad del procesamiento. Esta continuidad integra el procesamiento en todas partes de la red, desde los procesadores de alta velocidad integrados en los dispositivos hasta las aplicaciones impulsadas por IA que administran la red.

Coordinar estos diferentes elementos es crucial para garantizar experiencias de usuario fluidas en todos los entornos, ya sea en un teléfono móvil, en casa, en un automóvil o en un tren. Por ejemplo, los vehículos conectados y autónomos dependerán de comunicaciones rápidas y de baja latencia para interactuar con la infraestructura vial en tiempo real, optimizando el flujo de tráfico y reduciendo la congestión y los accidentes. De manera similar, los servicios avanzados de cibersalud requerirán una conectividad segura y de alta velocidad para brindar atención y monitoreo de salud remotos, aprovechando la inteligencia artificial y dispositivos de bajo costo.

Los avances tecnológicos están impulsando nuevos modelos de negocio en el sector de las comunicaciones electrónicas. La creciente complejidad de las operaciones de red requiere colaboración en toda la cadena de valor a nivel de infraestructura, mientras que la competencia a nivel de servicio se está intensificando.

Tendencias como compartir redes,

separación de capas de infraestructura y servicios

y creación de plataformas de servicios basadas en Network as a Service (NaaS)

y el IoT son cada vez más comunes.

 NaaS, por ejemplo, facilita la colaboración entre operadores y proveedores de nube, permitiendo una comunicación fluida entre dispositivos y clientes.

Estos cambios son clave para aprovechar el potencial de las redes 5G, especialmente en sectores industriales como la manufactura y la movilidad. La UE está a la vanguardia del desarrollo de aplicaciones industriales 5G, con iniciativas como redes operativas de campus en fábricas, puertos y minas, y corredores 5G planificados a lo largo de las redes de transporte. Estos avances sientan las bases para la futura continuidad del procesamiento 6G que armonizará aún más las redes y los modelos de negocio, lo que requerirá una inversión significativa por parte de los operadores.

La convergencia de las redes europeas de comunicaciones electrónicas y los servicios en la nube en la “Telco Edge Cloud” de la UE, como se describe en la hoja de ruta de la tecnología industrial de la Alianza Europea para los Datos Industriales, el Edge y la Nube, es un facilitador clave. Esta iniciativa tiene como objetivo alojar y gestionar funciones de red virtualizadas y proporcionar servicios complementarios al creciente mercado de IoT. Esto respalda la transición a la Internet industrial, permitiendo servicios clave en todos los sectores, desde robots industriales y drones hasta vehículos conectados y atención médica remota.

Los entornos urbanos se beneficiarán enormemente de estos avances. El procesamiento de datos local puede optimizar la movilidad, los servicios y la atención sanitaria, creando ciudades inteligentes que gestionen los recursos de manera eficiente. Sin embargo, el paso a un modelo NaaS abre oportunidades de red a terceros, lo que conlleva riesgos de dependencia de proveedores no pertenecientes a la UE, lo que supone un problema importante en el clima geopolítico actual.

Los actores europeos deben desarrollar capacidades para convertirse en proveedores líderes de plataformas de servicios para minimizar estos riesgos. Esto abre enormes oportunidades, especialmente para los proveedores de equipos. La capacidad de los proveedores europeos para afrontar los cambios tecnológicos y adoptar nuevos paradigmas determinará su éxito como líderes mundiales en equipos 6G.

La aparición de poderosas tecnologías informáticas, incluidas las computadoras cuánticas, plantea desafíos adicionales. Estas tecnologías podrían amenazar los sistemas de cifrado existentes, dejando las redes de comunicaciones y los datos confidenciales de Europa vulnerables a los ataques. La UE debe preparar sus activos digitales para estos riesgos. La distribución de claves cuánticas y otras tecnologías cuánticas tienen un gran potencial para proteger datos confidenciales. El plan de la UE para implementar una infraestructura de comunicación cuántica de extremo a extremo (EuroQCI) certificada durante la próxima década es un paso clave en esta dirección.

Las redes europeas de comunicaciones electrónicas y el sector de servicios se encuentran en una encrucijada. Deben adoptar la transformación tecnológica para evitar ser superados por nuevos actores, principalmente no pertenecientes a la UE. Esto permite a Europa asegurar su futuro económico y mantener su posición de liderazgo en el mercado digital global.

Superar los desafíos financieros y de inversión en los servicios de comunicación de la UE

Alcanzar los objetivos de la Década Digital para la conectividad gigabit y 5G en la UE requiere un compromiso financiero significativo. Según un estudio de la Comisión Europea, las necesidades de inversión pueden alcanzar los 148 mil millones de euros, y se necesitan entre 26 y 79 mil millones de euros adicionales para cubrir completamente los corredores de transporte, que en total ascienden a más de 200 mil millones de euros.

A pesar de la necesidad de aumentar la densidad de las redes móviles, los operadores se están centrando actualmente en reutilizar las ubicaciones existentes. Las tecnologías futuras como 6G requerirán mayores densidades de red, especialmente en áreas de alta demanda. Además, son necesarias inversiones en servicios satelitales avanzados y soluciones en la nube para garantizar la continuidad del servicio.

El sector de las comunicaciones electrónicas de la UE se enfrenta a bajos ingresos por usuario (ARPU) y bajos gastos de capital (Capex) en comparación con otras economías, lo que afecta a la capacidad de inversión. Además, el aumento de las tasas de interés y la incertidumbre macroeconómica dificultan el acceso al financiamiento.

Para atraer inversores, el sector debe demostrar rentabilidad a partir de redes avanzadas, impulsadas por tecnologías como la IA, la IoT y la informática de punta. La UE apoya la adopción de tecnología por parte de las pymes a través de iniciativas que promuevan el acceso a aplicaciones modernas. Sin embargo, las regulaciones prudenciales para bancos y compañías de seguros pueden inhibir el despliegue de capital, y cambiarlas podría estimular los mercados de capital.

La integración de los mercados nacionales en la UE podría mejorar la rentabilidad y la rentabilidad de los proyectos, atrayendo a mayores inversores. Un enfoque armonizado para la regulación y gestión del espectro es clave para lograr estos objetivos. La fragmentación del mercado y las diversas regulaciones dificultan la creación de un Mercado Único Digital coherente, lo que inhibe el desarrollo de tecnologías y servicios avanzados. Para superar estos desafíos, la UE debe avanzar hacia un marco regulatorio armonizado y políticas que apoyen la integración transfronteriza.

Aumento del atractivo de la inversión

Para aumentar el atractivo de la inversión, el apoyo público es crucial. Las asociaciones público-privadas, en las que el capital público adopta la forma de garantías o coinversiones, pueden apoyar la transformación del sector. La integración de los mercados nacionales aumentará el tamaño de los proyectos, mejorando la eficiencia de costos y la viabilidad financiera, lo que atraerá a mayores inversores.

La integración de los mercados europeos proporcionará un grupo más grande de inversores y mejores condiciones de financiación para las inversiones en comunicaciones electrónicas. Los proyectos más grandes serán más atractivos para los inversores, mejorando las condiciones financieras.

Para lograr escala en los servicios de comunicaciones de la UE, es necesario superar los desafíos financieros y de inversión. Son claves una inversión significativa en comunicaciones terrestres y satelitales, el cambio a soluciones en la nube y la mejora de la salud financiera del sector de las comunicaciones electrónicas. El apoyo público y la integración del mercado desempeñarán papeles clave para atraer inversión privada y lograr los ambiciosos objetivos de la Década Digital.

La UE opera 27 mercados nacionales separados para redes y servicios de comunicaciones electrónicas, lo que dificulta la creación de un mercado único digital coherente. La fragmentación en la gestión del espectro, la duración de las licencias, los precios de reserva y los enfoques regulatorios conducen a un desarrollo desigual de las tecnologías inalámbricas y a la interferencia transfronteriza.

Los intentos de armonizar la gestión del espectro, como la regulación del Mercado Único de Telecomunicaciones y el Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas, han tenido un éxito limitado. El proceso de autorización para las bandas 5G comenzó en 2015, pero aún está incompleto, lo que genera una calidad de servicio subóptima.

Además, las regulaciones nacionales sobre captura legal, almacenamiento de datos y ubicación de centros de operaciones de seguridad contribuyen a la fragmentación, impidiendo que los proveedores se beneficien de economías de escala.

La falta de armonización regulatoria impide que los operadores alcancen la escala necesaria para invertir significativamente en redes futuras. La fragmentación del mercado de la UE de redes y servicios de comunicaciones electrónicas afecta significativamente a la capacidad de los operadores para escalar e invertir en tecnologías futuras.

Para superar estos desafíos, la UE debe buscar un marco regulatorio armonizado y medidas de política industrial que apoyen la integración transfronteriza, permitiendo a los operadores alcanzar la escala necesaria para inversiones significativas y avances tecnológicos.

Convergencia y equilibrio: transformando los servicios de comunicaciones en la UE

El panorama digital está experimentando una transformación significativa gracias a la convergencia de las redes, los servicios y la infraestructura de la nube de comunicaciones electrónicas. Esta convergencia afecta tanto a la capa de infraestructura como a las operaciones de servicios, lo que genera un ecosistema complejo donde los límites tradicionales se están desdibujando. A medida que evolucionan los mercados de las comunicaciones, la distinción entre los proveedores tradicionales de comunicaciones electrónicas y los proveedores de servicios digitales o en la nube se está volviendo obsoleta, lo que plantea importantes interrogantes sobre el marco regulatorio y los derechos de los consumidores.

El actual marco regulatorio de la UE no cubre las actividades de los proveedores de la nube ni las complejas relaciones en el nuevo ecosistema digital. El Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas (el Código) no cubre la infraestructura y los servicios en la nube, a diferencia de la Directiva NIS2 sobre la seguridad de las redes y los sistemas de información. La mayor parte del tráfico internacional fluye a través de redes privadas no reguladas gestionadas por grandes proveedores de nube. Existe una necesidad urgente de una revisión regulatoria para garantizar la igualdad de condiciones en el ecosistema digital convergente y asegurar que todos los participantes jueguen en igualdad de condiciones.

El sector de las TIC es responsable del 7% al 9% del consumo mundial de energía y aproximadamente el 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y los pronósticos sugieren que el consumo de energía aumentará al 13% para 2030. Sin embargo, la tecnología digital tiene el potencial de reducir las emisiones globales en un 15%, superando las emisiones del sector. La implementación de nuevas tecnologías como la fibra, 5G y 6G puede mejorar la sostenibilidad eliminando gradualmente las redes heredadas y utilizando códecs de transmisión de datos eficientes.

El uso sistemático de la tecnología digital basada en principios circulares y regenerativos es crucial. Pasar a redes definidas por software y soluciones en la nube aumentará la eficiencia, pero debe gestionarse de manera que minimice el consumo de energía y los desechos electrónicos. Las inversiones en soluciones digitales inteligentes pueden reducir aún más la huella climática, apoyando el desarrollo de ciudades inteligentes y climáticamente neutras.

La convergencia de las redes de comunicaciones electrónicas y la infraestructura de la nube crea oportunidades y desafíos. La UE debe actualizar su marco regulatorio para garantizar igualdad de condiciones y derechos uniformes para los usuarios finales. Es crucial abordar los desafíos del desarrollo sostenible del sector TIC mediante la implementación de tecnologías eficaces y financiación sostenible. Esto permite a la UE contribuir a un futuro más verde e inteligente.

Garantizar la seguridad en las operaciones de suministro y red

En un entorno geopolítico cada vez más tenso, la necesidad de tecnologías de comunicaciones e infraestructura crítica seguras y resilientes es crucial. Confiar en proveedores diversos y confiables es esencial para minimizar las vulnerabilidades y prevenir dependencias que pueden afectar a todo el ecosistema industrial. La Caja de herramientas de ciberseguridad 5G de la UE, por ejemplo, recomienda medidas para evaluar los perfiles de riesgo de los proveedores y aplicar restricciones a proveedores de alto riesgo como Huawei y ZTE. Este enfoque tiene sentido, como se destaca en la Comunicación de 2023 de la Comisión sobre el despliegue de la Caja de herramientas de ciberseguridad 5G. Excluir a los proveedores de alto riesgo requiere el desarrollo de nuevas capacidades por parte de actores nuevos o existentes en la cadena de suministro.

Para mantener una cadena de suministro segura, la UE debe intensificar los esfuerzos de investigación e innovación (I+I) en tecnologías clave relacionadas con las redes de comunicaciones seguras. Es fundamental garantizar un nivel sólido de propiedad intelectual y capacidad de producción en toda la cadena de suministro de la UE. El objetivo es mantener el liderazgo mundial de la UE en sistemas de comunicaciones y desarrollar nuevas capacidades en áreas como la nube perimetral, los chips de identificación por radiofrecuencia, las comunicaciones cuánticas, la criptografía resistente a los cuánticos, las comunicaciones no terrestres y las infraestructuras de cables submarinos.

### Estándares de seguridad para comunicaciones de extremo a extremo

Lograr un alto nivel de seguridad y resiliencia requiere que la UE lidere el desarrollo de estándares de seguridad integrales que abarquen todo el conjunto de valores, desde el hardware hasta las capas de servicios. Esto incluye el establecimiento de estándares para mensajería y videoconferencias seguras. La UE está trabajando con los estados miembros para crear el Sistema Europeo de Comunicaciones Críticas (EUCCS), con el objetivo de conectar las redes de aplicación de la ley, protección civil y primeros auxilios en toda Europa para 2030. Esta iniciativa aumentará la autonomía estratégica en segmentos críticos de comunicaciones.

La nueva era digital dependerá en gran medida de las tecnologías cuánticas para las comunicaciones seguras y la computación cuántica. A medida que avanza la computación cuántica, es fundamental anticipar y mitigar las amenazas de posibles usos maliciosos que podrían comprometer los métodos de cifrado tradicionales. La Ley de Resiliencia Cibernética (CRA), que entrará en vigor a finales de este año, reforzará significativamente la seguridad de la infraestructura digital de la UE. Impone obligaciones de seguridad por diseño a los fabricantes de hardware y software, garantizando la confidencialidad e integridad de los datos a través de medios de última generación, incluida potencialmente la criptografía resistente.

Además, el Esquema Europeo de Ciberseguridad sobre Criterios Comunes (EUCC) permitirá a los fabricantes garantizar el cumplimiento de los componentes tecnológicos de forma armonizada de acuerdo con la Ley de Ciberseguridad de la UE. Estas medidas ayudarán a proteger los datos confidenciales y las redes de comunicación de las amenazas en evolución.

La resiliencia y la integración de todos los canales de comunicación (terrestres, no terrestres y submarinos) son un requisito previo para una comunicación segura. Dadas las actuales amenazas de sabotaje y ciberseguridad, los gobiernos se centran cada vez más en la seguridad de los cables submarinos, que transportan más del 99% del tráfico de datos intercontinental. La vulnerabilidad de estas infraestructuras críticas ha sido puesta de relieve por incidentes como la agresión de Rusia contra Ucrania, que generó preocupaciones sobre una posible interrupción de los cables submarinos.

Aunque Europa tiene líderes mundiales en producción de fibra óptica, la inversión de grandes proveedores no pertenecientes a la UE en su propia infraestructura desde 2012 ha creado dependencias estratégicas. Fortalecer la seguridad y la resiliencia de las infraestructuras de cables submarinos requiere una mayor financiación pública para apoyar la inversión privada. El Nevers Call de marzo de 2022 y las conclusiones posteriores del Consejo de la UE resaltaron la importancia de la seguridad de las infraestructuras críticas y pidieron evaluación de riesgos, preparación y cooperación internacional.

El informe sobre el estado de la Década Digital de la UE de 2023 destacó la necesidad de redes más resilientes y soberanas, en particular para reducir las vulnerabilidades de las redes submarinas. Los Estados miembros se han comprometido a mejorar la conectividad a Internet entre Europa y sus socios, como se refleja en la Declaración Ministerial sobre los portales de datos europeos. El Grupo de Trabajo UE-OTAN sobre Resiliencia de Infraestructuras Críticas también se centró en la infraestructura submarina y recomendó una mejor supervisión y protección.

A pesar de los despidos existentes, los recientes incidentes en el Mar Báltico demuestran la vulnerabilidad de la infraestructura de cables submarinos. Esto pone de relieve la necesidad de una acción coordinada a nivel de la UE para aumentar la seguridad y la resistencia de los cables. El Consejo Europeo de octubre de 2023 destacó la importancia de una acción integral y coordinada para fortalecer la resiliencia de las infraestructuras críticas.

La seguridad y la resiliencia de las redes de comunicaciones y las infraestructuras críticas son clave para la estabilidad económica y el liderazgo tecnológico de la UE. Abordar los desafíos de los proveedores confiables, desarrollar estándares de seguridad integrales y garantizar la resiliencia de las infraestructuras de cables submarinos son pasos clave. Mediante esfuerzos coordinados, una mayor investigación e innovación y una inversión estratégica, la UE puede proteger su infraestructura digital y mantener su liderazgo en tecnologías de comunicaciones seguras.

Dominar la transición a las redes digitales del futuro: cuestiones de política y posibles soluciones

El futuro de la infraestructura digital depende de redes de alto rendimiento que permitan una comunicación fluida entre personas y dispositivos. Las innovaciones en tecnología de punta impulsadas por procesadores de IA permitirán importantes capacidades informáticas en dispositivos que van desde robots y drones hasta dispositivos médicos y automóviles autónomos. Esta computación ubicua requiere una orquestación inteligente para optimizar la seguridad y la sostenibilidad, lo que requiere una estrecha colaboración entre sectores, incluidos los fabricantes de chips, los proveedores de equipos de red y los proveedores de servicios en la nube.

Para tener éxito, la UE debe apoyar el ecosistema de innovadores europeos mediante la creación de la Red de Computación Colaborativa Conectada (Red 3C). Este ecosistema incluirá semiconductores, computación en la nube y de borde, tecnologías de radio, infraestructura de comunicaciones, gestión de datos y aplicaciones.

El cambio hacia redes híbridas, informática de punta y migración total a la nube desafía la fortaleza histórica de la UE en las industrias de equipos y servicios de redes. Para mantener el liderazgo global, la UE debe proteger su capacidad industrial y fortalecer su capacidad de innovación tecnológica. Las asociaciones con actores no pertenecientes a la UE ofrecen sinergias, pero también el riesgo de dependencia de un número limitado de proveedores de infraestructura crítica. El objetivo es crear asociaciones sólidas dentro de la UE, garantizando la seguridad económica y aprovechando las fortalezas de la UE en equipos de red.

La Ley de Chips de la UE es un programa ambicioso que ya ha movilizado más de 100 mil millones de euros en inversiones públicas y privadas. Se necesitan políticas industriales similares para que la infraestructura de conectividad fomente la inversión y catalice la Red 3C. El liderazgo de Europa en equipamiento de redes, combinado con su base de investigación e innovación, proporciona una base sólida sobre la que construir.

Se necesita una capacidad de inversión significativa para transformar la industria de las comunicaciones de la UE, especialmente en comparación con las enormes inversiones realizadas por los grandes proveedores de la nube. Los instrumentos financieros de la UE, como la Empresa Común de Redes y Servicios Inteligentes (SNS JU), InvestEU, el Programa Europa Digital (DEP) y el Mecanismo Conectar Europa (CEF) apoyan la investigación y la innovación digital en las comunicaciones. Sin embargo, el alcance y el presupuesto de estos programas deben ampliarse para hacer frente a los desafíos más amplios del ecosistema de comunicaciones de próxima generación.

Para maximizar la eficiencia de los recursos, la UE necesita un enfoque coordinado para el desarrollo de infraestructuras integradas de comunicaciones e informática. Esto incluye crear sinergias entre los programas de financiación de la UE existentes y apoyar la cooperación entre actores de diferentes sectores. La UE debería proponer proyectos piloto a gran escala que creen infraestructuras y plataformas integradas de extremo a extremo, conectando a actores de diferentes segmentos de la cadena de valor de la conectividad. Los proyectos piloto iniciales podrían centrarse en corredores 5G, salud electrónica y comunidades inteligentes, promoviendo intercambios entre actores tradicionales en la cadena de valor de las comunicaciones electrónicas y actores más amplios de la continuidad informática.

SNS JU, al coordinarse con programas relevantes y IPCEI (Proyecto Importante de Interés Común Europeo), puede desempeñar un papel clave en esta iniciativa. Los proyectos piloto a gran escala pueden probar tecnologías y aplicaciones innovadoras, apoyando la colaboración en todo el ecosistema. La Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP) también aumentará la inversión en tecnologías críticas mediante la introducción del Sello de Soberanía, calidad europea para proyectos de soberanía.

Para dominar la transición a las futuras redes digitales, la UE debe crear una Red 3C, que apoye un ecosistema de innovadores europeos. Aprovechando sus puntos fuertes en equipos de redes, semiconductores e investigación e innovación, y coordinando los programas de financiación existentes, la UE puede garantizar el desarrollo, las pruebas, el despliegue y la integración de infraestructuras informáticas y de comunicaciones de próxima generación. Esto garantizará la competitividad, la seguridad y la resiliencia de Europa en la era digital.

Dominar la transición a las redes digitales del futuro: completar el mercado único digital

El principal objetivo del Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas es promover la conectividad a través de un marco regulatorio que fomente la inversión en redes de alta capacidad. A pesar de la introducción de disposiciones para facilitar la inversión y reducir las cargas regulatorias, como procesos comunes de autorización del espectro radioeléctrico y disposiciones sobre coinversión y venta mayorista, los resultados han sido decepcionantes. Esto se debe en parte al retraso en la transposición por parte de varios Estados miembros y a la complejidad del marco y sus procedimientos.

Al tiempo que fortalece los objetivos de inversión, el Código también pretende promover la competencia tanto a nivel de infraestructura como de servicio, contribuyendo al desarrollo del mercado interior y aumentando los beneficios para los usuarios finales. La competencia impulsa la inversión en función de la demanda del mercado, lo que beneficia a los consumidores y las empresas. Dados los recientes avances tecnológicos y los desafíos globales, es crucial considerar la integración de dimensiones como la sostenibilidad, la competitividad industrial y la seguridad económica en el marco de políticas. La protección de los usuarios finales sigue siendo un objetivo clave, en consonancia con los principios establecidos en la “Declaración Europea de Derechos y Principios Digitales para la Década Digital” del 15 de diciembre de 2022, que enfatiza que las personas están en el centro de la transformación digital de la UE. aportando beneficios a todas las empresas, incluidas las PYME.

La convergencia tecnológica entre las redes de comunicaciones electrónicas y los servicios en la nube requiere repensar el alcance del marco regulatorio de las comunicaciones electrónicas. Actualmente, los datos viajan a través de diferentes segmentos de la red, cada uno sujeto a diferentes regulaciones, lo que genera inconsistencias. La nube de la red 5G puede unificar la funcionalidad central de la red en las redes nacionales, ofreciendo importantes beneficios. Sin embargo, los obstáculos legales resultantes de marcos no armonizados en los Estados miembros obstaculizan esta integración.

La prestación continua de aplicaciones de red como servicio (NaaS) utilizando núcleos de red 5G autónomos, redes distribuidas y recursos de espectro en los Estados miembros podría facilitar las operaciones transfronterizas. El modelo de interconexión IP, que actualmente se basa en acuerdos de tránsito y peering, ha evolucionado hacia intercambios de red propia, lo que requiere interacciones cooperativas entre los proveedores de aplicaciones de contenido (CAP) y los proveedores de servicios de Internet (ISP). Si bien esto generalmente funciona bien, futuros aumentos de disputas pueden requerir medidas políticas para garantizar una resolución rápida, posiblemente involucrando a las autoridades reguladoras nacionales (ANR) o al Organismo de Reguladores Europeos de las Comunicaciones Electrónicas (ORECE).

El Régimen General de Autorización, establecido en 2002 y mantenido en el Código, establece las condiciones para la prestación de redes y servicios de comunicaciones electrónicas (ECNS). Sin embargo, dada la naturaleza local de las redes físicas y la gestión nacional del espectro, las autorizaciones se otorgan e implementan a nivel nacional. El software de nube y de red, que amplía la cobertura más allá de las fronteras nacionales, requiere un enfoque de autorización más europeo.

El desarrollo de los servicios de la sociedad de la información se ha visto facilitado por el principio del “país de origen”, que permite prestar servicios en toda la UE cumpliendo la legislación del Estado miembro en el que está registrado. La aplicación de este principio a los núcleos de red y a los servicios básicos podría equilibrar el tratamiento regulatorio de los proveedores de redes y servicios digitales, apoyando un enfoque más holístico.

La aplicación de un conjunto único de normas basadas en el principio del “país de origen” permitiría a los principales operadores de redes de la UE beneficiarse del mercado interior, lograr economías de escala, reducir costes y mejorar su situación financiera, atrayendo más inversión privada y aumentando la competitividad de la UE. . Las reglamentaciones y las autoridades competentes para regular el acceso a las redes y servicios minoristas seguirán siendo las más cercanas a los usuarios finales, garantizando la especificidad del mercado local y un alto nivel de protección del usuario final.

Para dominar la transición a las futuras redes digitales, es esencial completar el Mercado Único Digital. La UE debe adaptar su marco regulatorio a la convergencia de las redes de comunicaciones electrónicas y los servicios en la nube, garantizando la coherencia y apoyando las operaciones transfronterizas. Al aplicar el principio del país de origen a los núcleos y servicios de las redes, la UE puede aumentar su competitividad, atraer inversiones y mantener altos estándares de protección del usuario final. Este enfoque permitirá a la UE explotar plenamente el mercado interior, garantizando un ecosistema digital sólido y dinámico que beneficie a todas las partes interesadas.

Superar las barreras a la centralización de redes en el mercado único digital

La creación de un verdadero Mercado Único Digital en la UE enfrenta muchas barreras regulatorias específicas, como diversas obligaciones de notificación de incidentes, requisitos de verificación de seguridad, captura legal, almacenamiento de datos y la reubicación de los centros de operaciones de seguridad. Estas barreras crean un panorama regulatorio complejo que obstaculiza la innovación y la escalabilidad en el sector digital.

Para superar estos desafíos, se necesita un enfoque equilibrado, que tenga en cuenta la soberanía y las competencias de los Estados miembros en cuestiones de seguridad. La armonización de los procesos de notificación de incidentes y verificación de la seguridad entre los Estados miembros podría lograrse mediante una cooperación más estrecha y un mecanismo de ventanilla única. Las directrices de la UE sobre requisitos de seguridad podrían aumentar aún más la coherencia.

En términos de obligaciones de aplicación de la ley, como la interceptación legal, los operadores centrales de red podrían designar puntos de contacto en cada Estado miembro. Medidas legales blandas, como las recomendaciones de la UE, podrían facilitar el cumplimiento de los requisitos de seguridad en toda la UE.

La gestión del espectro radioeléctrico es crucial para las comunicaciones inalámbricas y debe coordinarse eficazmente entre los Estados miembros para alcanzar los objetivos de la UE en materia de desarrollo sostenible y crecimiento económico. Los intentos anteriores de armonizar la gestión del espectro han encontrado resistencia, lo que ha provocado retrasos en el despliegue de las redes 5G, dejando a Europa atrás de la competencia.

Para mejorar la política del espectro, es crucial:

Planificación del espectro a nivel de la UE: garantizar espectro suficiente para aplicaciones futuras como 6G, IoT, WiFi y comunicaciones por satélite.

Liberación y reestructuración coordinadas de espectro: Implementación de la hoja de ruta europea hacia 6G, incluida la desactivación de las redes 2G y 3G al tiempo que se respaldan los servicios heredados.

Eficiencia del espectro: aumento de la eficiencia mediante condiciones de uso más estrictas y métodos de concesión de licencias innovadores.

Autorización armonizada del espectro: mejor coordinación de las fechas de subasta y las condiciones de autorización en toda la UE para promover una inversión eficiente.

Para aumentar las capacidades de comunicación, es crucial adaptar los procesos de autorización y las condiciones de uso del espectro. El crecimiento del sector satelital requiere nuevos regímenes de licencias para promover a los operadores transfronterizos. La eficiencia del espectro y los incentivos a la inversión deberían ser una prioridad para reducir la carga financiera de los operadores.

Dadas las tareas ampliadas de gestión del espectro, es necesario un mecanismo de gobernanza más integrado a nivel de la UE. Un enfoque coherente garantizará la soberanía digital, la ciberseguridad y la integridad de las redes de comunicaciones. La UE debería mantener el control sobre las decisiones relativas al uso del espectro, especialmente en las negociaciones internacionales y al abordar desafíos geopolíticos y de seguridad.

Una mejor alineación de los derechos de uso del espectro, políticas claras y una mayor certeza en la gestión del espectro son clave para promover la inversión, aumentar la competitividad de la UE y lograr un verdadero Mercado Único Digital. Al superar las barreras regulatorias y aumentar la coordinación, la UE puede apoyar la innovación, el crecimiento económico y los beneficios a largo plazo para los usuarios finales, garantizando el desarrollo de una conectividad de banda ancha convergente y servicios multiterritoriales integrados.

Apagón del cobre: ​​un paso clave hacia un mercado único digital

La transición de redes de cobre a redes de fibra óptica recientemente implementadas es un proceso clave que respalda la transición de la UE hacia un ecosistema de conectividad más avanzado y sostenible. Esta migración está en línea con los objetivos ecológicos de la UE, promoviendo la adopción de nuevos servicios y aumentando el retorno de la inversión en fibra. También respalda el objetivo de la Década Digital de garantizar que todos los usuarios finales en una ubicación fija estén cubiertos por una red gigabit para 2030.

Apagar las redes de cobre no sólo reduce los costes operativos de los operadores (OPEX), sino que también ofrece una infraestructura más sostenible con un menor consumo de energía. Sin embargo, este proceso requiere una coordinación cuidadosa entre todas las partes interesadas para garantizar una transición fluida que no revierta los beneficios competitivos logrados hasta la fecha bajo el régimen regulatorio actual.

El Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas contiene disposiciones sobre procesos de migración y la nueva Recomendación Gigabit proporciona orientación actualizada para los reguladores. Una ruta migratoria clara enviaría una fuerte señal al sector, fomentando la inversión. El proceso de apagado de las redes de cobre requiere una estrecha vigilancia para garantizar que los operadores con poder de mercado significativo (PSM) no socaven la competencia a nivel mayorista o minorista.

Algunos operadores pueden resistirse a desconectar el cobre, especialmente si utilizan tecnología de vectorización, que mejora la calidad de los servicios de banda ancha pero no está a la par de las redes de muy alta capacidad (VHCN). Existe el riesgo de que utilicen estrategias de bloqueo, cambiando a los clientes del cobre a la fibra, lo que socava el sentido económico para los operadores alternativos que ofrecen FTTH.

Para evitar esto, los incentivos regulatorios para excluir el cobre, como aumentos temporales del precio del cobre, deben estar respaldados por salvaguardias apropiadas para preservar la competencia. Se podría imponer una regulación más ligera del acceso a VHCN con flexibilidad de precios, como se prevé en la nueva Recomendación Gigabit.

Fijar una fecha de apagón de cobre proporcionaría seguridad de planificación en toda la UE y permitiría a los usuarios finales conectarse a la fibra en un plazo similar. Lograr la exclusión del cobre para el 80% de los suscriptores de la UE para 2028 y el 20% restante para 2030 parece apropiado. Una hoja de ruta clara respaldaría los objetivos de conectividad para 2030 y señalaría a los inversores un camino claro para el retorno de la inversión en redes de fibra.

La liberalización del sector de las comunicaciones electrónicas en la UE tenía como objetivo introducir competencia combatiendo la ineficiencia, la falta de innovación y la mala calidad del servicio. Las intervenciones regulatorias ex ante redujeron las barreras a la competencia, reduciendo el número de mercados que requerían regulación ex ante de 18 a 2 entre 2003 y 2020.

Sin embargo, persisten barreras en las zonas rurales y remotas, que requieren más intervenciones ex ante. A medida que continúa el despliegue de infraestructuras de redes competidoras, es hora de considerar pasar al control ex post en áreas densamente pobladas donde múltiples redes de banda ancha ofrecen servicios competitivos.

Las ANR deberían monitorear la competencia en infraestructura y definir mercados geográficos distintos, limitando la regulación ex ante a áreas donde todavía es necesaria. El desarrollo de un conjunto de herramientas regulatorias a nivel de la UE podría apoyar la implementación de redes paneuropeas. En un entorno totalmente de fibra, los productos de acceso se pueden entregar de forma centralizada, apoyando una mayor integración del mercado único y el surgimiento de operadores paneuropeos.

Los productos de acceso unificado podrían apoyar una mayor integración del mercado único, reduciendo la fragmentación regulatoria. La Ley de Infraestructura Gigabit (GIA) introduce una regulación simétrica del acceso a los recursos de ingeniería civil, protegiendo el sentido comercial de los operadores de FTTH. Los operadores que invierten en nuevas redes de fibra pueden negar el acceso a su infraestructura si proporcionan acceso mayorista en condiciones justas y razonables.

Se puede respaldar la reversión de las regulaciones ex ante para fomentar la inversión en redes de fibra mediante el acceso virtual, lo que reduciría las barreras al despliegue de redes paneuropeas. En situaciones en las que una regulación simétrica y armonizada no es suficiente, una mayor regulación local ex ante podría abordar las fallas persistentes del mercado. La prueba de los “tres criterios” debería permitir a la ANR identificar mercados donde es necesaria una regulación ex ante, asegurando que los solicitantes de acceso local permanezcan en el mercado y evitando la remonopolización en áreas menos pobladas.

Apagar el cobre es un paso clave para lograr los objetivos de conectividad de la Década Digital y apoyar una infraestructura digital sostenible y de gran ancho de banda. Los esfuerzos coordinados, un marco regulatorio claro e incentivos apropiados son esenciales para garantizar una transición fluida que preserve la competencia y satisfaga las necesidades de todos los usuarios finales. Al establecer una hoja de ruta clara y superar las barreras regulatorias, la UE puede apoyar el despliegue generalizado de redes de fibra, aumentando su competitividad y promoviendo un mercado único digital verdaderamente integrado.

Garantizar el servicio universal y la accesibilidad de la infraestructura digital

A medida que la infraestructura digital se convierte en una parte cada vez más integral de la vida cotidiana, es esencial garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de banda ancha adecuados. Los servicios de banda ancha adecuados permiten a los usuarios realizar actividades básicas en línea, como acceder a servicios de gobierno electrónico, redes sociales, navegación web y videollamadas. Si bien las obligaciones de servicio universal en muchos Estados miembros de la UE se centran en los consumidores con bajos ingresos o necesidades especiales, los desafíos futuros pueden ser prevenir la exclusión social entre los usuarios finales vulnerables que tal vez no se beneficien de las mejores redes disponibles debido a su ubicación o al costo de los servicios. . Garantizar que todos los usuarios finales tengan acceso a una conectividad ultrarrápida es clave para evitar la exclusión digital.

La Declaración Europea de Derechos y Principios Digitales para la Década Digital destaca que todos en la UE deben tener acceso a una conectividad digital rápida y asequible, incluidas las personas de bajos ingresos. Este compromiso resalta la necesidad de apoyar a los usuarios finales y brindar una cobertura geográfica integral.

Financiamiento del Servicio Universal

Las obligaciones de servicio universal se han financiado tradicionalmente con financiación estatal y financiación sectorial, siendo esta última la más común. La financiación del sector cubrió principalmente a los proveedores de comunicaciones electrónicas, mientras que se excluyeron los proveedores de servicios interpersonales independientes del número (NIICS). Para combatir la exclusión digital, algunos Estados miembros han introducido bonos estatales de conectividad para aumentar la aceptación de ofertas de alta velocidad. Las últimas Directrices sobre ayudas estatales para redes de banda ancha aclaran las condiciones bajo las cuales dichos bonos son compatibles con las normas de ayudas estatales de la UE, y el Reglamento general de exención por categorías exime a ciertos tipos de ayudas estatales de los requisitos de notificación.

Medidas para garantizar el servicio universal y la asequibilidad

  1. Apoyo a grupos vulnerables

Garantizar que los consumidores con ingresos bajos o necesidades especiales tengan acceso a una conectividad digital de alta velocidad requiere un apoyo específico. Esto incluye asistencia financiera como vales de conectividad y servicios personalizados para satisfacer sus necesidades específicas. Por ejemplo, se podrían ofrecer planes de banda ancha subsidiados a hogares de bajos ingresos, dándoles acceso a Internet de alta velocidad.

  • Cobertura geográfica

Lograr una cobertura geográfica integral es clave para garantizar que las zonas rurales y remotas no queden atrás. Los Estados miembros deberían invertir en la ampliación de las redes de alta velocidad a regiones desatendidas. Las asociaciones público-privadas pueden desempeñar un papel clave en este esfuerzo, aprovechando tanto la financiación gubernamental como la experiencia del sector privado para ampliar el alcance de la red.

  • Marco regulatorio

El marco regulatorio debe adaptarse para respaldar el servicio universal y la asequibilidad. Esto incluye revisar las obligaciones del Servicio Universal para abordar los desafíos emergentes y garantizar que todas las partes interesadas, incluidos los proveedores de NIICS, contribuyan a la financiación del Servicio Universal.

  • Monitoreo y Aplicación

Las autoridades reguladoras nacionales (ANR) deberían supervisar de cerca el cumplimiento de las obligaciones de servicio universal y adoptar medidas coercitivas cuando sea necesario. Las evaluaciones periódicas de la disponibilidad, calidad y asequibilidad de los servicios ayudarán a identificar deficiencias y garantizar que se tomen las medidas correctivas adecuadas.

Apoyar la inversión y la innovación

  1. Fomentar las inversiones en infraestructura

Para promover la inversión en redes de alta velocidad, los incentivos regulatorios deben estar alineados con las necesidades del mercado. Esto incluye simplificar las regulaciones y proporcionar incentivos financieros para el desarrollo de infraestructura. Por ejemplo, se podrían ofrecer exenciones fiscales o subsidios a las empresas que invierten en redes de fibra óptica en zonas desatendidas.

  • Fortalecer la demanda a través de conexiones de cupones

Los vales de conectividad pueden estimular la demanda de servicios de alta velocidad, haciéndolos más asequibles para los consumidores. Estos vales deberían diseñarse para cubrir una parte importante del costo de la suscripción, haciendo que Internet de alta velocidad sea accesible para una población más amplia.

  • Promoción de la competencia

Fomentar la competencia en el mercado de infraestructura digital puede conducir a mejores servicios y precios más bajos. Esto se puede lograr reduciendo las barreras de entrada para nuevos actores y garantizando un acceso justo a la infraestructura existente. Por ejemplo, los reguladores podrían exigir acceso abierto a las redes de fibra óptica, permitiendo que múltiples proveedores de servicios ofrezcan servicios de banda ancha competitivos.

  • Uso de los fondos de la UE

Los programas de financiación de la UE, como el Mecanismo Conectar Europa (MCE) y el Programa Europa Digital, pueden apoyar el despliegue de redes de alta velocidad. Estos fondos se pueden utilizar para cofinanciar proyectos que amplíen el acceso de banda ancha a áreas desatendidas, garantizando que ninguna región se quede atrás.

Garantizar el servicio universal y la accesibilidad de la infraestructura digital es clave para apoyar el crecimiento inclusivo y prevenir la exclusión digital. Al apoyar a los grupos vulnerables, ampliar la cobertura geográfica y fomentar la inversión y la competencia, la UE puede garantizar que todos los ciudadanos se beneficien de la conectividad digital de alta velocidad. Este compromiso está en línea con los principios establecidos en la Declaración Europea de Derechos y Principios Digitales para una Década Digital, garantizando que la transformación digital beneficie a todos en la UE.

Proteger la inversión europea en infraestructura digital

Garantizar la seguridad y la resiliencia de la infraestructura digital moderna es clave para proteger las importantes inversiones que la UE está planeando. Ante numerosas amenazas, es necesario centrarse en la seguridad física de la infraestructura troncal y en la transmisión de datos de un extremo a otro.

Los avances en la computación cuántica plantean desafíos a los métodos de cifrado actuales. Aunque los ordenadores cuánticos capaces de descifrar los algoritmos de cifrado actuales aún no están completamente desarrollados, su desarrollo se está acelerando. Para abordar proactivamente esta amenaza, la UE debe desarrollar estrategias de transición poscriptografía cuántica (PQC). PQC, basado en problemas matemáticos de difícil resolución, garantiza la seguridad sin necesidad de hardware nuevo. Un enfoque coordinado para el desarrollo y adopción de estándares PQC garantizará la coherencia, la interoperabilidad y evitará la fragmentación.

QKD complementa PQC ofreciendo seguridad adicional en el nivel físico de la red. QKD utiliza los principios de la física cuántica para ofrecer resistencia a ataques de fuerza bruta y avances matemáticos que podrían amenazar la criptografía clásica. La iniciativa EuroQCI, financiada por el Programa Europa Digital (DEP) y SAGA, está implementando las primeras pruebas de QKD, cambiando el paradigma en infraestructura digital y abriendo el camino a futuras aplicaciones como Internet Cuántica.

La seguridad de los cables submarinos, cruciales para el tráfico de datos intercontinental, es esencial para la soberanía digital de la UE. Garantizar su resiliencia mediante técnicas criptográficas avanzadas, fortalecer la seguridad y un marco de gobernanza sólido permitirá a la UE proteger su soberanía digital y lograr crecimiento económico y beneficios sociales a largo plazo.

Garantizar la seguridad y la resiliencia de la infraestructura digital de Europa es clave para aprovechar los beneficios de inversiones masivas y lograr crecimiento económico y beneficios sociales a largo plazo. Al adoptar técnicas criptográficas avanzadas, fortalecer la seguridad de los cables submarinos y establecer un marco de gobernanza sólido, la UE puede proteger su soberanía digital y garantizar una infraestructura segura y resiliente para el futuro.

Lograr los ambiciosos objetivos de la Década Digital, como la conectividad gigabit universal y el despliegue de redes 5G en la Unión Europea, requiere enormes inversiones. Se espera que lograr estos objetivos podría costar más de 200 mil millones de euros. A pesar de la necesidad de aumentar la densidad de las redes móviles e invertir en tecnologías futuras, el sector de las comunicaciones electrónicas de la UE lucha con bajos ingresos por usuario y una inversión limitada.

Para atraer inversores, el sector debe demostrar la viabilidad de las redes avanzadas, impulsadas por tecnologías como la IA, el IoT y la informática de punta. Las asociaciones público-privadas, en las que el capital público adopta la forma de garantías o coinversiones, pueden apoyar la financiación de estas inversiones. Telecom Infrastructure Partners juega aquí un papel clave, ofreciendo sumas elevadas para el arrendamiento a largo plazo de espacio para infraestructuras de telecomunicaciones, respaldado por fondos como InfraBridge y SwissLife Property Managers.

La integración de los mercados nacionales en la UE podría mejorar la rentabilidad y la rentabilidad de los proyectos, atrayendo así a mayores inversores. La armonización de la regulación y gestión del espectro es clave para lograr estos objetivos. La fragmentación del mercado y las diversas regulaciones dificultan la creación de un Mercado Único Digital coherente, lo que inhibe el desarrollo de tecnologías y servicios avanzados.

Es esencial garantizar la seguridad y la resiliencia de la infraestructura digital moderna. Tecnologías como la criptografía poscuántica (PQC) y la distribución de claves cuánticas (QKD) ofrecen funciones de seguridad avanzadas para proteger las redes contra futuras amenazas. Además, proteger la infraestructura de cables submarinos, crucial para el tráfico de datos intercontinental, es importante para la soberanía digital de la UE.

En resumen, lograr los objetivos de la Década Digital requiere esfuerzos coordinados en materia de inversión, regulación y seguridad. Telecom Infrastructure Partners, que respalda los arrendamientos a largo plazo de infraestructuras de telecomunicaciones, desempeña un papel clave a la hora de conseguir los fondos necesarios. Al apoyar la innovación y la inversión, la UE puede crear una infraestructura digital sólida e integrada que respalde su economía y sociedad digitales del futuro.

Fuentes:

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